Leyendas del Girasol
El girasol es una de las flores que más alegría y luz nos transmiten con tan solo verlas. Esta hermosa flor también es considerada la flor nacional de Ucrania. Pueden ver más sobre sus cuidados y características en el artículo que tenemos sobre ellos. Pero ahora solamente les contaré algunas de las historias sobre su origen, las leyendas del girasol.
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Leyendas del girasol: la ninfa Clytie
Cuenta la leyenda que una joven ninfa del agua Clytie, hija del dios Océano y la diosa de mar Tetis, se enamoró del dios de la luz y el sol Apolo. A tal grado llegaba su amor, que todos los días seguía su recorrido desde que salía de su palacio hasta que llegaba al atardecer por el oeste. Su amor y obsesión era tan grande que se olvidó de comer y beber. Y aunque no logró ganar el amor de Apolo, poco a poco Clytie comenzó a echar raíces hasta acabar convertida en un bello girasol. Una flor que hasta su fecha continúa siguiendo al sol, sin olvidar su principal objetivo, el amor.
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Otra leyenda sobre el origen del girasol les relato a continuación.
Leyendas del girasol: Mandió
Se cuenta que a los lados del río Paraná, existía dos tribus, una a cada lado. Los caciques de estas tribus eran Pirayú y Mandió. Se dice que eran muy buenos amigos. Un día Mandió quiso unir aún más las tribus y le pidió a Pirayú que lo dejara casarse con su hija. Pirayú le respondió que esto era imposible, porque su hija le había prometido su vida al Dios Sol, y todos los días no hacía más que pasar horas mirando el Sol. En los días nublado se sentía muy afligida y que solo vivía para él.
Mandió se molestó mucho con lo que le contó su amigo y lleno de rabia quiso vengarse por el desprecio de la hija de Pirayú.
Pasó el tiempo, y un día que la hija de Pirayú se encontraba navegando, observando el Sol; vio desde lejos que su aldea ardía en fuego. Cuando llegó hasta la orilla se encontró todo devastado, y allí se encontraba Mandió, quién le dijo que su única salvación era pedirle que todo acabara a su Dios Sol. Pirayú no dudó en pedir desde lo más profundo de su corazón que el Dios Sol salvara a su aldea; las plegarias fueron escuchadas y rayos de sol cubrieron a Mandió haciéndolo desaparecer y salvando su aldea. En el lugar que desapareció Mandió brotó una planta con flores grandes y amarillas que siempre siguen la dirección del sol, el girasol.
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Historias de amor y desamor envuelven a esta hermosa flor. Pero son un regalo espectacular para cualquier ocasión.
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